Y si, ¿todas estas creencias son las causantes del dolor, la frustración, la tristeza, la queja y el victimismo?
Y si, la causa está en ti, que te niegas y cierras a recibir.
Y si, pedir no es tan malo, incluso bueno.
Y si, aprender a pedir cuestionando los conceptos asociados en tu mente, te permite ver, percibir otra realidad. Lo que cambias adentro cambia afuera. Por tanto, podrás comprobarlo.
Y si, DAR y RECIBIR son lo mismo, la misma energía que emana de la misma fuente, ambas parten de Ti.
Y si, te dispones a abrirte a sentir el RECIBIR, en el momento de DAR.
Y si, no estás dando valor, importancia, poniendo el foco en lo que recibes.
Y si, te permites descansar del tremendo esfuerzo de estar demostrando que tú eres tan buena, para poder merecer RECIBIR: atención, aceptación, abundancia, paz, alegría, amor.
Y si, te permites, abrirte a RECIBIR sólo por SER.
Y si, observas tus juicios, cuando juzgas a otros en los que ves:
- Sólo pide y no da
- Qué bien pide
- No se esfuerza y recibe
- No vale, no sabe y recibe
- No hace nada y recibe
- No se esfuerza y recibe
- Menos listo, menos valiente y recibe
Entras en comparaciones, competencias, envidias, rabia y el falso buenismo del ego te defiende, te protege, haciéndote sentir en la víctima.
¿Eso es bondad? ¿la bondad te pondría en el lugar de víctima, de frustración, sufrimiento?