La vida te indica por dónde: por mucho que tu “Pocoyo” (mente racional) esté planificando y diseñando otro plan, que se parece como un huevo a una castaña a tu Plan de Vida, ¿Qué puede saber tu mente racional, tu ego, de la Vida?
En ese punto interior se produce el encuentro. Debo estar también en él para poder llevarte, por eso en cada sesión ambas damos y recibimos: es una simbiosis, es un sacar de adentro afuera, donde ambas debemos permitirnos experimentar.
Si nos relacionamos entre egos, dos personajes separados, que también ocurre; si tratamos de forma profesional, académica otros aspectos, incluso pueden darse ahí incomodidades; ahí, si bien no hay la conexión interna, esta conexión puede ser intelectual y resultar práctico. Todo depende donde te encuentres y desees ir.
Nos podríamos quedar en la alimentación más saludable: listado de alimentos, recetas orientativas, cómo organizarte en tu despensa, cómo organizarte en tu cocina, qué alimentos son los que te apetece probar, experimentar… y de paso (como consecuencia) regulas tu peso, azúcar, hipertensión, colesterol y equilibras tu cuerpo físico. A través de los alimentos te empujaré a sentirlos, a observar tus juicios, tus miedos: el alimento te revela mucho si te lo permites.
No te salvo, no te curo, no te lleno, no fuerzo, no obligo, no reprimo. No soy una iluminada: tengo pensamientos positivos y negativos, emociones de alegría, ira, tristeza… Experimento dolor, tengo luz y sombras, ¡igual que tú!
Puedo estar unos pasitos más allá de donde tú estás ahora, y por eso te puedo guiar hasta donde estoy. Puedo verme en Ti lo mismo que ya he visto en mí y en todos los reflejos que he experimentado, sentido y vivido.
Te guío, dirijo, conduzco, sacudo, empujo, comparto, apoyo, acompaño y ayudo a autoconocerte, autodescubrirte, a sacar de Ti, desde de adentro hacia fuera, lo que ya sabes (eso es educar que es distinto de enseñar. Otro día entramos ahí).
Cada uno se educa a sí mismo, guiado, ayudado por unos padres, abuelos, hijos, familia, profesores, maestros, amigos, parejas, compañeras, desconocidos, gurús, médicos, terapeutas… y también por su Consultora de Salud.
Un abrazo, mi otro yo
Te dejo este mensaje de la maestra Kwan Yin a través de Guillermina Simó Rico:
P.D.:Gracias por leer este post. Te entrego este regalo aquí para que conozcas a Sara, te sorprenderá lo mucho que tenéis en común. Y así, podrás recibir semillas como ésta y más