¿Cuántas veces nos hemos sentido avergonzadas de nuestra feminidad, de nuestras formas femeninas, de nuestros ciclos, pensamientos, sentimientos y comportamientos, valorando y replicando los propios de la energía masculina, en defensa de ti como mujer? ¿Cuánta resistencia ha habido en ti para vivir en femenino?
Es momento de observar y reconocer la energía femenina que late y vive en ti. Cambia tu foco y tu atención, adopta un nuevo punto de vista, una nueva perspectiva desde lo femenino. Solo así lo de fuera también cambiará. Es necesario el cambio interno y profundo individual para llegar al colectivo. La conciencia individual está integrada en la colectiva. Si actúas en ti, actúas en todas.
Ya es momento de equilibrar las energías que nos contienen, dándonos a cada uno (tanto mujeres como hombres) el merecimiento de esta energía femenina de la que tan necesitados estamos. Es momento de aceptar y equilibrar la energía femenina en nosotras para así alcanzar una integración global. Es momento de valorar, honrar, reconocer, merecer y desear esa energía femenina.
Feminidad es unidad, creación, paciencia, calma, recogimiento, cobijo, inspiración, ciclos, sensualidad, ternura, dulzura, amor.
Regresemos a nuestras vidas instintivas.