La Kale, un regalo de la naturaleza

Las propiedades nutricionales de la kale son de lo más completo que se pueden encontrar en un vegetal. De ahí que su uso esté muy recomendado en todo tipo de dietas, especialmente en las veganas, en las de adelgazamiento y en las indicadas para bajar el colesterol malo.

Su contenido en calcio es mayor que el que posee la leche de vaca, ya que tiene 135 mg por cada 100 gramos, y la leche tiene 120 mg. Y lo mejor de todo es que la cantidad de ácido oxálico que contiene es muy baja, por lo que la absorción del calcio es casi total. Esto lo convierte en un aliado excelente para prevenir la temida osteoporosis. Además, ayuda a que el metabolismo esté en condiciones óptimas.

La kale tiene una cantidad de hierro mayor que las carnes denominadas rojas, es decir, aquellas que son de vacuno. Este mineral resulta imprescindible para la salud ya que interviene en la formación de enzimas, hemoglobina, crecimiento celular, movimiento del oxígeno y para que el hígado funcione correctamente. Además, es un gran aliado contra el cansancio y la anemia.

Por otro lado, este vegetal también presenta un alto contenido en vitamina C. La proporción que presenta la col kale de esta vitamina en 100 gramos representa el 200% de la cantidad diaria recomendada. Esta vitamina es esencial para el cuerpo humano; de hecho, es uno de los mayores antioxidantes que existen. Por este motivo combate los radicales libres, responsables del envejecimiento celular, disminuye arrugas, manchas y síntomas de envejecimiento cutáneo, refuerza el sistema inmunológico, ayuda a la absorción de hierro, mantiene los cartílagos, ayuda a tener mayor flexibilidad a nivel articular, previene los catarros, etc.

La kale contiene también vitamina K, que no es una de las más mencionadas, pero no por ello significa que sea menos importante. Su porcentaje es de los más elevados, ya que puede proporcionar hasta el 700% de la cantidad diaria que se recomienda. Esta vitamina es importante porque ayuda a fortalecer al organismo y protegerlo frente a distintos tipos de cáncer, previene la coagulación sanguínea y ayuda a la formación ósea. También es una gran ayuda para evitar el deterioro neuronal, lo que resulta muy útil en la prevención y tratamiento del Alzheimer.

Otro valor nutricional destacado es su alto contenido en betacarotenos, que luego se transforman en vitamina A. Esta es muy importante para la prevención de enfermedades orales y pulmonares, incluido el cáncer. También mantiene en buen estado la salud ocular, las mucosas, la piel, etc.

La kale también tiene una gran riqueza en fitonutrientes naturales, lo que hace que sea rica en flavonoides y carotenoides, dos potentísimos antioxidantes que protegen las células, evitan su envejecimiento y sirven de gran ayuda en la prevención del desarrollo de enfermedades cancerígenas

Además, es rica en ácidos grasos Omega-3, ideales para eliminar el colesterol malo y elevar el bueno, lo que ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. También es de gran ayuda para reducir la inflamación en afecciones como la artritis y sirve de gran ayuda para aliviar el asma y las enfermedades que son autoinmunes.

Por último, la kale también destaca por su alto contenido en fibra. Esto hace que sea un excelente depurativo para eliminar toxinas, por lo que resulta ideal para las dietas de adelgazamiento, puesto que su contenido calórico es muy bajo y no tiene grasa. Además, favorece las digestiones.

Antes de consumir kale, recuerda: por su alto contenido en Vitamina K, consulta con tu médico si estás tomando anticoagulantes. Además, debido a su alto contenido en fibra, su consumo podría no ser aconsejable en casos de colon irritable. Igualmente, no tomes mucha cantidad si padeces de tiroides.